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Entrevista a Daniel Puliti

Arsénico en el agua: los problemas que afectan la salud vistos en primera persona

Daniel Puliti, es médico clínico de la ciudad de Dolores y ex concejal. Realizó una investigación sobre el arsénico en el agua y los problemas que trae para la salud. En los últimos años, recibió pacientes con casos que podrían estar estrechamente relacionados con el consumo de arsénico presente en el agua. 



¿Que descubrió cuando estudió el agua de Dolores?


Al ser médico, veo muchos pacientes con patologías generales y una de las que más me llamó la atención es el exceso de las patologías tumorales y endócrinas que conviven muy alto en Dolores y toda la zona. De todos modos uno empieza a estudiar y se da cuenta de que teníamos un porcentaje muy alto de personas afectadas. Entonces empezamos a buscar cuáles podrían ser las causas, obviamente que lo genético influye, pero lo genético no se dispara hasta que uno no le da la condición. Es decir todos tenemos una bomba genética pero hasta que a alguno no se le enciende esa mecha, no se puede producir la enfermedad. Y la mecha que afecta en todos lados es el medio ambiente, como factor principal. Obviamente que tiene que ser algo en el que estamos todos en contacto, puede ser el agua o el aire. Por lo general en muchas de las enfermedades, el agua es la mayor causa y fue lo que me llevó a estudiarla.

Cuando me pongo a estudiar el agua, veo que una de las patologías que se repetía en Sudamérica y en especial en la Argentina de norte hasta la mitad más o menos, eran los altos niveles de arsénico en el suelo. Ese nivel de arsénico no es causado por la intervención del hombre sino que es natural. Viene de la zona de la Cordillera de los Andes y tiene que ver mucho la actividad volcánica. También se expandió en todo lo que es la planicie del país, resultando nuestra provincia muy afectada. Cuando uno mira el planisferio y las zonas afectadas por el arsenicismo, está en primer lugar la India y segundo, la Argentina. 


¿Cómo prosiguió una vez que entendió esto?


Lo primero que hice fue ver si aparecía algún trabajo científico del arsénico. Encontré que un médico reconocido había hecho un trabajo sobre esto en 2006. En este trabajo muestra todos los efectos que puede tener el arsénico en nuestro cuerpo después de un tiempo de consumir agua contaminada de forma crónica, es decir no solo una o dos veces, sino después de años de exposición.  Ahí vemos qué puede causar trastornos endócrinos, como la diabetes, la hipertensión y lo que más llama la atención y lo más importante: muchos tumores que son muy raros y poco frecuentes a determinadas edades y que aparecen igual. Este trabajo fue lo que me dio el pie para indagar en nuestra ciudad y hacer el chequeo correspondiente en 2012, porque noté que no había ninguno. 

Lo primero que hice fue contactarme con un laboratorio de investigación para ver a dónde podíamos mandar las muestras porque este tipo de investigaciones no se hace en un laboratorio común, sino que se hacen en laboratorios para mediciones muy puntuales, pequeñas, que generalmente se usan para investigaciones o medicina forense. Por ejemplo, yo lo hice en Bahía Blanca. 

Entonces fui yo mismo a tomar cinco muestras de distintos puntos de la ciudad. La primera en el centro de nuestra ciudad, de hecho la saqué de una de las canillas de la municipalidad. Las otras cuatro las tomé de distintos barrios periféricos. Después de unos 20 días llegó el resultado. Cuando abrí el primer muestreo, vi que sobrepasaba el límite que la OMS permite de arsénico en el agua por más del 400%. Con esto pensé que el Concejo Deliberante iba a empezar a tomar medidas. Así que arrancamos con los vecinos a juntar firmas, no sólo para difundir la problemática, porque había mucha gente que no lo sabía, sino también para empezar a actuar al respecto. 

Lo que descubrimos en este estudio es que hay un decreto que desde el 2011 y cinco años posteriores permitía que se superen esos límites hasta que se estudiara bien la causa. Es decir, el 30 de noviembre de 2016 finalizaba el límite. Ese día todos pensamos que iba a salir publicado finalmente la conclusión de todo el estudio realizado, sin embargo no tuvimos respuestas. Así que tomé el estudio, me fijé quién era el director y el responsable del área de estudio y empecé a comunicarme por teléfono. Llamé al jefe del estudio, que en ese momento estaba en Buenos Aires y me atendió alguien del equipo. Cuando logré hablar con el responsable, me dijo que ya no tenía nada que ver con ese estudio, la verdad no recuerdo si se hizo algún cambio. Conseguí hablar con otra de las doctoras que había estado en el equipo y me dijo que en ese momento estaba haciendo un estudio en Córdoba, que no tenía idea del estudio de hacre de nuestra ciudad, que ellos no habían hecho nada, que no eran los responsables de esa investigación. Es decir, se venció el límite, y nadie había hecho nada. 


¿Qué fue lo que más le impactó a lo largo de esta investigación? 


Lo que más me impactó fue ver en la planta de Lezama cómo sacaban cascotes blancos del tamaño de un ladrillo, que eran de arsénico que purgaban del agua. Nosotros fuimos con Ramiro Gutiérrez para ver si realmente valía la pena semejante construcción para una ciudad mediana. Entonces ahí entendí que la problemática era más grande de lo que realmente creía. Fuera de que estos ladrillos de arsénico después se reciclaban para electrónica, veíamos las placas y caíamos en la dimensión de la contaminación que tenía el agua que estamos consumiendo. 

Después de ver esto, comenzamos con la campaña de concientización. Si bien mucha gente sabía que el agua que tomaba de la canilla estaba sumamente contaminada por el gusto a cloro que tiene, muchos desconocían que hay forma de sacar el arsénico totalmente del agua. 


¿Qué puede hacer la gente que empieza a tener conciencia de esta situación?


Lo primero que hay que hacer es seguir concientizando a la gente que el agua está realmente contaminada, que no sirve hervirla porque el arsénico queda concentrado abajo, que no es más limpia el agua del campo sino que todo lo contrario porque no tiene ni un mínimo de filtro. La gente te dice que la lleva a analizar, pero un laboratorio normal no  detecta los componentes químicos sino que sólo te dice si no tiene hongos o bacterias.  



¿Cuáles son los límites permitidos de arsénico en el agua?


La Argentina es un caso particular que permite hasta el 0,05 de arsénico en el agua. Sin embargo, para la OMS el permitido es 0,01. Es inapelable ese número nada por arriba es normal y todo lugar que tuviera la posibilidad política económico-social de poder revertir ese número tiene la obligación de trabajar en contra del arsénico. Con lo único que hay que tener precaución y no hervir en agua con arsénico, son las hojas verdes, porque el arsénico tiene la capacidad de unirse a las moléculas que componen estos alimentos, gracias al ácido fólico que contienen los vegetales, entonces se pega y queda en las verduras. Lamentablemente eso es lo único que podemos hacer: concientizar a la gente porque no podemos pasar a tomar otra medida hasta que los organismos determinados no lo hagan. Entonces seguimos con un problema que al no verse las medidas necesarias, no se toman. 

¿Recuerda algún caso que pueda relacionar al consumo de agua con arsénico?


Claro que sí, recuerdo el caso de 4 mujeres de Dolores que tenían cáncer de pulmón de la forma de un fumador. La mujer puede tener cáncer de pulmón sin ser fumador. Ninguna era fumadora activa ni pasiva y los cuatro tumores, agresivos. En seis meses acabó con sus vidas. El problema es que yo no le puedo decir a todas las mujeres que vienen con hipotiroidismo o algún cáncer: ”la causa viene de que estás consumiendo agua con arsénico durante toda tu vida”. Uno lo puede recomendar y decirle que trate de no beber el agua de la canilla pero no puede asegurar nada. 



¿Tuvo algún caso más similar al de Silvia Córdoba?


Si, vi varios similares al de ella. Lo que pasa es que como vivimos en zona rural mucha gente de la que viene a consultar vive en el campo y se le descama la piel de las manos y te va a decir que trabaja toda la vida en el campo, que trabaja con alambres, y no lo toman como enfermedad. Entonces cuando yo veo algo veo enfermedades como todas las que veo a diario pero no le puedo echar la culpa al arsénico, yo se que puede ser una cosa más, pero no lo definitivo. 


¿Se le presentaron inconvenientes durante la investigación?


En 2015, que fue año de elecciones, se realizó una junta donde el intendente y el supuesto responsable de la investigación, se sentaron, sacaron dos vasos con dos botellitas de agua y dijeron mirando a la gente: “el agua de Dolores está en muy buenas condiciones y es apta para el consumo humano”. Dijeron que todas las denuncias habían sido por política, que no existían tales datos. Al otro día salió una nota en el diario que decía que el agua de Dolores tenía “arsénico normal”, que el agua era “perfecta” y “la mejor de la zona”, con una foto abajo mostrando todo el estudio. 

Lo que notaron es que abajo de la foto estaba la dirección y el teléfono del laboratorio donde habían hecho los análisis. Así que llamé al lugar y les pregunté si tenían la parte de laboratorio químico. Pregunté si podía hablar con alguno de los doctores del lugar. Le dije que era un concejal de Dolores que había perdido las pruebas de las muestras que habíamos hecho hace unos días. Me pasaron con una química responsable y me dijo que había dado negativo. Así que al otro día publiqué los datos verdaderos en el diario. 

¿Cuál sería la solución?


Una planta potabilizadora no sería la solución para ciudades grandes, porque el problema es mucho más grande que eso. Es algo que involucra a todo el país, de hecho hay zonas doblemente afectadas, que llegan a tener valores de 1,8 mg de arsénico, así que entre eso y los agroquímicos a los que están expuestos, son más vulnerables porque es un conjunto de aspectos. Entonces una planta purificadora sirve para un pueblo chico como Dolores, pero no soluciona el problema de raíz. El tema es que son muy costosas y depende exclusivamente de una decisión política, te puede dejar votos como puede que no.

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